La gestión empresarial moderna se enfrenta a un contexto muy distinto al de las décadas pasadas. Nos encontramos en el marco de la transformación digital y las pymes tienen un protagonismo y unas oportunidades para crecer sin precedentes.
Sí, es un mundo lleno de oportunidades, pero una de ellas no es la de quedarse estático. La gestión empresarial moderna tiene que saber emplear las herramientas tecnológicas para responder con fluidez a los requerimientos característicos de nuestra época. Hay que incorporar las soluciones más adecuadas al nuevo entorno.
El marco actual de las pymes
Los retos de las pymes actuales explican, en buena medida, por qué la gestión empresarial moderna está tomando la dirección que toma.
Una presión competitiva creciente
Por un lado, el alcance geográfico de las empresas es mayor. Eso hace que, en cada día más sectores, una pyme pueda tener competidores de cualquier parte del mundo.
Por otro lado, los clientes pueden decantarse por productos sustitutivos muy diferentes al nuestro. Un ejemplo de ello es la competencia entre productos tradicionales y diferentes alternativas digitales.
Una mayor orientación al cliente
En cualquier sector, el cliente tiene cada día más oportunidades. Por tanto, si no sabemos satisfacerlo, es altamente probable que lo perdamos. La solución pasa por poner al cliente en el centro del negocio.
Ese cliente-centrismo se manifiesta desde el comienzo de cualquier planificación, que parte siempre de un mayor conocimiento del cliente. Pero también implica la ejecución de las tareas, la mejora de la atención al cliente, la comunicación externa, etc.
Un peso mayor del conocimiento
Hoy más que nunca emprender es aprender. Los negocios evolucionan más deprisa y existe una complejidad creciente en el entorno.
Los negocios buscan adquirir nuevo conocimiento, pero también adaptar el ya existente. Lo que se sabe se pretende trasladar a otros contextos diferentes. De este modo es más fácil recuperar los costos asociados a la adquisición y gestión del conocimiento.
¿Qué características debe tener la tecnología al servicio de la gestión empresarial moderna?
El contexto de los negocios de hoy reclama herramientas tecnológicas avanzadas que sepan ayudar a superar retos y aprovechar oportunidades. Para ello necesitan algunas características.
Al servicio de la inteligencia colectiva
Las empresas se enfrentan a retos cada día más complejos que reclaman aportes de diferentes perfiles. La tecnología debe ser un puente que conecte las visiones complementarias de cada departamento. Tiene que ser lo suficientemente intuitiva como para que su uso no dependa de un experto.
Eficiencia
Es importante que libere recursos materiales y humanos. La tecnología moderna hace posible que el trabajador se encargue de múltiples tareas en cada vez menos tiempo. Al mismo tiempo, debe evitar que las empresas tengan que realizar grandes inversiones en capital físico para desarrollar sus procesos. Igualmente, el proceso de introducción de la nueva tecnología no debe consumir demasiados recursos.
Adaptabilidad
Por un lado, es importante que responda a diferentes necesidades, que pueden ser cambiantes con el tiempo. Además, ha de ser interoperable, de modo que pueda ser compatible con otras soluciones tecnológicas.
Disponibilidad
La gestión empresarial moderna reclama un uso continuo de soluciones tecnológicas. Las respuestas deben estar rápida y cómodamente disponibles. El momento y el lugar ya no deben ser una limitación.
Ayuda en la toma de decisiones
Una empresa es, en buena medida, el fruto de las decisiones de sus lìderas. Por supuesto, la ejecución y las circunstancias del entorno deben acompañar. En ese sentido, cada vez es más importante que las herramientas tecnológicas ayuden a extraer la mayor utilidad posible de los datos.
El papel de la tecnología en la gestión empresarial moderna es clave. Influye en aspectos organizativos, formativos, de atención al cliente, de toma de decisiones, de adaptación al entorno, etc. Elegir las alternativas más adecuadas para nuestro negocio es una tarea inevitable.
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