¿Cómo ganar la batalla a la brecha de habilidades?

Trataremos de analizar cómo está afectando en el nuevo panorama empresarial, la brecha de habilidades y sus peligros.

 

  • Explicamos el concepto de brecha de habilidades y por qué se está volviendo tan preocupante en las empresas
  • Contamos qué es lo que podemos hacer al respecto para detener la brecha e intentar solucionarla

Desde la pasada crisis y con la entrada de las nuevas tecnologías y la cuarta revolución industrial convivimos con una problemática común que afecta a la operativa y buen funcionamiento de muchas empresas y, a la vez, está limitando las oportunidades laborales de un gran número de personas. Estamos hablando de la brecha de habilidades.

Este fenómeno se está convirtiendo en una importante preocupación para muchas personas en todo el mundo. En España, según un estudio elaborado por Udemy, 7 de cada 10 trabajadores piensa que existe una brecha de habilidades.

 

¿Qué es la brecha de habilidades?

  • En sí, no es más que aquello que separa a una empresa de sus posibles trabajadores e incluso colaboradores. Hablamos más concretamente del déficit de habilidades de las personas que pretenden acceder a ciertos puestos de trabajo, teniendo en cuenta el perfil que la empresa demanda.
  • El problema reside en que, en la actualidad, las tecnologías, su implementación e incluso el uso de la inteligencia artificial están avanzando más rápido de lo que lo hacen las competencias de los trabajadores, con las repercusiones negativas en términos económicos y sociales que ello implica.
  • De hecho, existe un aumento de la preocupación por el desempleo y un incremento de la incertidumbre por el desarrollo y crecimiento profesional en las personas y, por ende, las empresas no son capaces de aprovechar como quisieran sus recursos humanos, provocando pérdidas en productividad y funcionamiento.

 

¿Cómo cerrar la brecha de habilidades?

Prioritariamente, hay que tener en cuenta que lo más importante es garantizar los puestos de trabajo y la mejora de los trabajadores. Evitaremos, por tanto, que se puedan quedar descolgados. Encontrar solución a este problema no es solamente responsabilidad de las empresas, sino que todo el entorno social y gubernamental debe de estar involucrado también en este proceso. La mejor forma de romper con esta brecha es capacitando a las personas en las áreas donde las empresas encuentran un mayor déficit.

Entre otras medidas, habremos de considerar acciones como las siguientes:

  • Apoyar con iniciativas y estrategias de empleo de ámbito global, pero que apuesten por la generación de puestos laborales competitivos y trabajadores cualificados.
  • Habilitar plataformas que articulen esfuerzos de todos los ámbitos públicos y privados con el objetivo de incrementar la empleabilidad juvenil y formar a aquellos trabajadores que necesiten nuevos conocimientos además de su experiencia.
  • Apostar por identificar determinados empleos tecnológicos, valiosos en la economía actual, pero que perdurarán en el tiempo. Hay que fijarse no tanto en un título, sino en una formación técnica adecuada, principalmente apoyada en la experiencia empresarial.

 

La gestión de la continuidad de los conocimientos

  • Más allá de las barreras que la actual marcha empresarial impone, la brecha de habilidades es real. Constituye un desafío organizacional que no entiende de sectores o industrias, sino que afecta, en mayor o menor medida a todos ellos.
  • Es por ello por lo que, en el intercambio de conocimientos, a veces denominado gestión de la continuidad de los conocimientos,se encuentre uno de los esfuerzos centrales para romper con estas brechas.
  • El intercambio de conocimientos es un esfuerzo de toda la organización para crear una continuidad de conocimientos a largo plazo en todos los ámbitos. Pero para las empresas de hoy en día también implica relaciones intergeneracionales, así como la adaptación de la cultura de la empresa a las necesidades de los millennials.
  • Es por este motivo que, sin ningún tipo de duda, nos encontramos en el momento de dar un golpe de efecto y acometer este problema para, en la medida de lo posible, poder zanjarlo definitivamente.
  • Para ello, será necesario invertir en formación teniendo bien presente que compartir conocimientos ya no es opcional para las empresas de hoy. La brecha de habilidades es una realidad y no se detendrá si no se ponen los medios adecuados para ello.

 

La clave está en la formación

Con ese objetivo de mejorar la formación, existen iniciativas, que sirven para poner al alcance de la empresa y sus trabajadores de una forma gratuita, constante y periódica una formación práctica sobre áreas como ventas, marketing, estrategia o recursos humanos.

(…)

Depende de las empresas y organizaciones actuar como como planificadores del empleo y los recursos humanos, desarrollando planes sólidos con proyección en el futuro. Los negocios deben estar preparados ya para ayudar con esta transición y aquellas organizaciones que no lo estén deben ponerse a ello.

Además, habrá que obviar anticuadas maneras de pensar y conviene apostar por un liderazgo corporativo que debe ir más allá de la contratación únicamente de personal universitario, con la combinación de la formación de los propios recursos humanos. Así se logrará cambiar el paradigma de contratación para adaptarse a este nuevo modelo.

La buena noticia es que hoy en día, la mayoría de los altos ejecutivos ya ven una necesidad urgente de repensar y reorientar el papel que deben desempeñar para acabar con la brecha de habilidades. Buscan posicionarse para ayudar a los trabajadores a desarrollar las habilidades adecuadas ante un entorno tan, a veces, desconcertante y que cambia tan rápidamente.

Esperemos que la voluntad sea fuerte y se tomen las medidas necesarias para hacer frente a este desafío.

 

Efrén Estévez Carrera

Profesional con más de 15 años de experiencia en puestos de responsabilidad en el ámbito de la empresa.

 

Fuente: Blog Sage