Una «ventana» en la oficina también es salario emocional

La diferencia entre el éxito y el fracaso de una organización puede hallarse en la gestión del talento de las personas que la integran y en el papel del salario emocional en esa tarea.

Para muchos trabajadores y directivos, el dinero tampoco lo es todo, no todo se puede comprar con dinero y son cada vez más las empresas que, conscientes de esto, ofrecen a sus trabajadores un salario emocional, que les sirva de complemento de su remuneración con el objetivo de fidelizar a sus trabajadores.

  • La fidelidad de los empleados está ligada, en muchas ocasiones, al salario emocional
  • El salario emocional y las buenas condiciones laborales proyectan ventajas tanto para el trabajador como para la empresa.
  • En la obra de Willian Shakespeare Ricardo III, este grita poco antes de morir: “¡Un caballo! ¡Mi reino por un caballo!”. No consiguió su caballo y murió. Para Ricardo III, lo más importante en ese momento era un caballo que pudiera haberle salvado la vida, mucho más que cualquier suma de dinero que hubiera pagado de buen gusto por un caballo.

Hay muchos tipos de salario emocional, ubicar a un trabajador al lado de una ventana con buenas vistas, podría considerarse un tipo de salario emocional. Pero si miramos más allá de la ventana, hay otros muchas cuestiones a considerar.

¿Qué es el salario emocional?

El salario emocional está constituido por una serie de compensaciones de carácter no económico que facilitan al trabajador su vida personal, familiar y profesional.

Este tipo de remuneración puede suponer que un empleado permanezca en la empresa, rechazando mejores ofertas económicas, ya que implica que pueda sentirse más cómodo y productivo y, a la vez, tener una mejor calidad de vida.

Por ejemplo, permitir a un trabajador tener cierta libertad de horario para poder llevar a sus hijos al colegio o poder recogerlos puede suponer que no tenga que contratar a una persona para hacerlo, lo cual le supondrá un ahorro económico, aparte de la satisfacción de poder estar más en contacto con sus hijos.

Es importante tener en cuenta que las nuevas generaciones valoran mucho su tiempo de ocio y esparcimiento, motivo por el que buscan empresas en las que sentirse a gusto y que les ofrezcan este tipo de salario.

Además, son cada vez más las empresas que aprendieron que la productividad no solo se mide en horas de presencia o trabajo, ya que un equipo de trabajadores motivados puede desempeñar más trabajo en menos horas.

Tipos de salario emocional más habituales

  • Facilidades para conciliar la vida personal y la profesional.
  • Posibilidad de trabajar desde casa o desde cualquier lugar.
  • Reconocimiento del trabajo bien hecho, tanto en privado como delante de los compañeros.
  • Salir más temprano los viernes.
  • Jornadas intensivas algunos días en los meses de verano, de manera de trabajar hasta las 14 o 15 hs.
  • Posibilidad de desarrollo profesional en la empresa.
  • Buen ambiente de trabajo.
  • Horarios de entrada y salida flexibles.
  • Días para resolver asuntos personales.
  • Más días de vacaciones.
  • Beneficios sociales: seguros médicos, planes de pensiones, ayudas a la educación de los hijos, transporte a la empresa, etc.
  • Espacios de esparcimiento en la empresa: salas de descanso, salas de juegos, salas con televisión, gimnasios, etc.

¿Y cuál es el salario emocional que conviene en cada caso? Depende de las circunstancias de la empresa y del trabajador. Necesitamos conocer al empleado más allá de la mera valoración del desempeño, al mismo tiempo que estamos atentos a su valor dentro de la organización.

Y la manera de hacerlo es manejando no solamente meras intuiciones, sino verdadera información al servicios de las decisiones relacionadas con la gestión de las personas.

Fuente: blog Sage